Mejor, mi Dios ausente,
mi duda no te ofenda
y mi corazón extienda
una Esperanza en Presente.
Sólo tengo mi palabra,
la Vida que dás,
alegría cuando Tu estás
e ilusión que labra.
Yo nada te pido
(das siempre lo necesario),
sólo elevo mi rosario
porque te has ido.
Nada soy sin tí.
feliz, sólo soy contigo,
si soy tu amigo...
¿por qué no estás aquí?
No, no veo nada...
¡siempre estás al lado!
ahora me siento desanimado
pero mi alma es amada.
Todavía, siempre, esperaré aquí
ver morir tu ausencia,
renacer tu divina presencia...
¡vivir todo para Tí!
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