Es la primera rosa:
para agradecer Tu Compañía,
en esta noche horrorosa,
sólo tengo pobre melancolía.
Por Tí entero lucharé
para que no llores:
creando eternas nuevas flores
Contigo siempre me alegraré.
Perdona, Padre, nuestro dolor
que nace de tu lejanía
y escucha la Letanía
que elevamos con Amor.
viernes, 1 de mayo de 2009
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